Con el objetivo de analizar fórmulas de trabajo dialogadas y la utilización de las narraciones como herramienta educativa, diferentes especialistas analizan y reflexionan sobre los medios que utilizan los profesionales de la educación en su trabajo con los públicos.

La narración o el hecho de narrar, de contar algo a alguien, es inherente al ser humano. En la acción narrativa va implícita la experiencia y el conocimiento. Además, aparecen ligados los sentimientos y la búsqueda de la empatía, elementos que resultan esenciales para la socialización. De este modo, las narrativas nos ayudan a comprender, a comunicar nuevas ideas a los demás e insertarnos en el mundo que nos rodea, convirtiéndose en valiosos instrumentos para la transformación de la experiencia, en nuestro caso, en los museos. 

En la práctica educativa en museos nos servimos del diálogo y la narrativa para acercarnos a las obras. La pregunta y la conversación nos ayudan a profundizar en la observación de la obra y con la narración damos un sentido y significamos lo percibido por los participantes. A su vez, el espectador comunica sus impresiones, razonamientos, dudas o preguntas construyendo sus propias narrativas y es, en este proceso de construcción donde reside un aprendizaje relacionado directamente con la obra.

La narración es, por tanto, una herramienta educativa de la que todos hacemos uso en nuestra práctica diaria y que conviene analizar en profundidad  para conocer sus múltiples aplicaciones en la educación en museos.

Afirma Emilio Lledó “no hay educación si no se configura como lenguaje y no se realiza como diálogo”. Con ese objetivo, en el VI Encuentro Educa+, diferentes protagonistas de la acción educativa analizan y reflexionan sobre las herramientas y medios que utilizan los profesionales de la educación en museos y centros en su trabajo con los públicos.

  • Fechas
    11 de abril de 2015
Con la colaboración de:
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Fundación BBVA

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