¿Quién habita los recuerdos? En nuestra última sesión nos centramos en el escenario de las afueras de la ciudad de M

Tras una línea fronteriza un conjunto de personajes se han quedado sin poder entrar a la ciudad, aunque algunos de ellos viven allí de forma voluntaria. Frente a los habitantes alojados en nuestra urbe, los que esperan y viven fuera mantienen su memoria y recuerdos. Todos ellos se han organizado como una pequeña sociedad con mayor libertad frente a las normas que imperan dentro de M.
 
En sesiones anteriores habíamos definido algún que otro personaje para esta zona. Artistas como Joseph Cornell o Van Gogh. El primero ha encontrado una forma de entrar a la ciudad, a su mercado subterráneo, donde recoge objetos abandonados para componer sus poéticas cajas que recomponen recuerdos. En cuanto a Van Gogh habita en un lugar parecido a si habitación de Arlés pero al aire libre, una cama, una silla, una mesa y objetos colgados de ramas de árbol. Escribe y espera cartas de su hermano Theo.
 
A partir de una dinámica de trabajo en sala y teniendo en cuenta algunos planteamientos importantes a la hora de crear personajes narrativos, seguimos desarrollando nuevos habitantes para esta zona de las afueras con los que tendremos que interactuar en el juego. Algunos como el panadero basado en una obra de Larionov nos dará un pan, que como la magdalena de Proust traerá recuerdos de vivencias infantiles a nuestros personajes.
 
Imaginamos otros posibles personajes como el inspirado por Retrato de Helena de Kay en eterna espera de quien el pintor Winslow Homer  estuvo profundamente enamorado. También de la figura del anticuario o coleccionista de obras antiguas, guardián de la memoria artística -tal vez como recuerdo de las misiones pedagógicas o la llegada de la Colección Thyssen a España-.
 
Pensamos en personajes definidos entre la frontera de la locura y la cordura. Un personaje solitario, eremita en lo alto de un árbol, eterno contador de historias nos permitirá conocer alguno de los secretos de la ciudad que nos serán imprescindibles, o la cantante lánguida inspirada en la actriz Yves Gilbert retratada por Toulouse-Lautrec con su tarima, su baúl, espejos rotos y  viejas canciones, revive su pasado. Este tipo de personajes abrió la posibilidad de crear un nuevo ámbito en la ciudad bien transformar parte del hotel en un lugar donde viven artistas recluidos, bien por considerarlos locos o peligrosos para el sistema creado en la ciudad. Este nuevo planteamiento nos recordó a los muchos artistas que fueron encerrados en sanatorios mentales y lugares parecidos, tanto en momentos de guerra como por no ser afines o comportamientos subversivos a diferentes ideales políticos.

Fecha de publicación:
28 de Junio de 2017
Imagen
Ana Gómez González

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