En este post abordamos algunas ideas que nos parecen especialmente interesantes entorno a la educación.

En ocasiones tenemos una idea de la educación. Una foto fija. Una idea de la que es difícil escapar. La educación es, para algunos, crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes. Instrucción por medio de la acción docente -definición de la RAE que deberíamos cambiar-. ¿Y el docente? Una persona con una vocación especial. Un ser que enseña a los demás transmitiendo sus conocimientos -nos ahorramos la definición de la Real Academia-.

¿Pues sabes una cosa? Esa imagen de la educación y del docente es más falsa que un Picasso o un Sonia Delaunay en el rastro. Por ello, en este post recordamos algunas ideas de dos modelos educativos (imperfectos) de las primeras décadas del siglo XX, que partiendo del arte y vistos desde el presenten, mostraron nuevas fórmulas para enseñar a pensar y, por tanto, a entender, mirar e interpretar nuestra realidad: La Bauhaus y Vkhutemas.

Las ideas que traemos son especialmente interesantes para replantearnos algunas certezas existentes entorno a la educación. Empecemos (siempre es bueno hacer revival) con estas propuestas inspiradoras:

Idea 1. Para que cada uno encuentre su lugar... ¡Eliminemos los límites! Bajar a los alumnos de la torre de marfil y aterrizar. Ensuciarse era la clave y la colaboración diaria con artesanos el trampolín de inicio. ¿Qué consiguieron? Una nueva pedagogía. Eliminar las barreras entre artesanos, arquitectos y artistas. Ahora, sin límites entre disciplinas ni jerarquías, podía comenzar el arte total (La Bauhaus).

Idea 2. ¡Rompamos el muro de cristal! Una de las primeras acciones de los artistas de las vanguardias rusas fue renunciar a los espacios tradicionales de creación. Muchos de ellos comenzaron a desarrollar acciones artísticas en fábricas, tabernas, circos… querían romper el muro de cristal que aislaba a la gente del arte. Chsss… además se abolieron las ¡Academias! (Vkhutemas).

Idea 3. ¡Todos aprendemos de todos! Ofrecer el poder y recoger el poder. Siguiendo el método que William Morris propuso en las Arts and Crafts, los alumnos debían asumir, en paralelo a su aprendizaje, nuevos roles: comenzaban como aprendices, después se hacían oficiales, y finalmente, aunque no todos, se convertían en maestros (La Bauhaus).

Idea 4. ¡No tengamos miedo a experimentar! ¿Un triángulo verde sobre un fondo blanco? ¿Dos triángulos blancos sobre un fondo blanco? Todo era posible en la mente de estos hombres y mujeres. Creían que el pensamiento divergente, la experimentación y la imaginación eran los ingredientes esenciales para transmitir las ideas de una nueva sociedad liberada (Vkhutemas).

Idea 5. Los creadores... ¡Detonadores del cambio! Crearon un interesante caldo de cultivo en el que los estudiantes convivían con la intelectualidad de la época. ¿Y cómo era posible? Sencillo, eran sus profesores. ¿Te suenan Kandinsky, Itten o Klee? Disruptivos, únicos y excepcionales (La Bauhaus).

Idea 6. ¡Celebremos el poder de las artistas! Las artistas rusas no fueron relegadas a papeles secundarios durante el periodo de desarrollo de las vanguardias. ¡Al contrario! Alexandra Ekster, Natalia Goncharova, Liubov Popova, Olga Rozanova, Varvara Stepanova y Nadezhda Udaltsova desarrollaron un importante papel a la hora de definir, desarrollar y crear el nuevo arte ruso. Algunas de ellas se convirtieron en las auténticas Amazonas de la vanguardia (Vkhutemas).

Idea 7. ¡Una actitud aperturista! En todo el mundo empezaron a conocerse las creaciones de diseño fresco y original de la Bauhaus. Desde la Rusia comunista al ático más exclusivo de Manhattan, todos querían un pedazo de esta nueva manera de ver el mundo que se hacían real a través de alfombras, casas, juguetes o vestidos. Una revolución basada en una nueva actitud aperturista, sin prejuicios sobre sexo, género, religiones, ideologías o fronteras (La Bauhaus).

Idea 8. ¡Busquemos nuevos formatos! Los artistas se encargaron de dar visibilidad a la imagen del sello revolucionario. Así, sus obras adquirieron diferentes formatos para acercarlas a la ciudadanía -cartelería, cine, pintura, música, literatura...-. Además numerosos elementos de la vida cotidiana -platos, cajas, bandejas, moda…- se vieron impregnados de los diversos lenguajes vanguardistas y también de lemas políticos (Vkhutemas).

¡Para finalizar! ¡Más preguntas y menos certezas! ¿Qué significa ser docente y alumno hoy? ¿Qué es enseñar hoy? ¿Qué beneficios y conflictos nos ofrece ser un profesor con identidad propia? ¿Tiende nuestro sistema hacia estandarización o a la individualización? ¿Existe una atención real a la diversidad? ¿Cómo puede ser el arte motor para el cambio social? ¿Cómo podemos conectar el mundo del arte con nuestra vida cotidiana?

¡Esperamos vuestros comentarios! 

Fecha de publicación:
12 de Noviembre de 2018
Imagen
EducaThyssen Área de Educación. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

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