En 1996, la argentina Silvia S. Alderoqui publica el libro Museos y escuelas: socios para educar, en el que la autora reivindica la simbiosis necesaria entre la institución/escuela y la institución/museo.

La obra de Alderoqui evidencia las múltiples dificultades a la hora de ponerse a trabajar juntos y reivindica la necesidad de una negociación que implique una acción cultural más amplia entre ambas.

A mi modo de ver, entender la relación escuela/museo desde un punto de vista exclusivamente institucional, no hace otra cosa que limitar los encuentros, las colaboraciones, entre ambos ámbitos. Salvar -que no negar- lo institucional, para establecer un debate sobre la función, sobre el papel educativo de ambos ámbitos, pueden llevarnos a entender el museo no como ámbitos separados, sino como rincones de un espacio único: la educación

Reflexionar sobre la función educativa, sobre los educadores y sobre los educandos, debe ser, junto con la necesidad -o no- de una educación en torno al arte para los miembros de nuestra sociedad, el centro del debate.

Debatir, en un diálogo que implique a educadores y educandos de ambos ámbitos, sobre la pertinencia de la educación en torno al arte, es un paso previo a convencer al conjunto de la sociedad de su utilidad y de que críticamente entiendan por qué el sistema no ha incluido estas materias en el catálogo de lo que consideran “un saber realmente útil”. Solamente unidos ambos ámbitos y entendiéndose como un espacio unitario, podremos hacer que el resto de la sociedad entienda su necesidad y que el único peligro que implica este conocimiento es su ausencia.

Museos y escuelas, deben encontrar sus espacios de encuentro y colaboración. Ese es el único camino para que ambos se asocien, para que la defensa de una educación que en ambos ámbitos consideramos pertinente, se convierta en un ámbito de conocimiento crucial dentro del sistema educativo, aunque su valor instrumental -entendido este como herramienta al servicio de la producción-, sea el que es. Pero debatir que es útil es la educación es otro debate para el que recomiendo leer El valor de las cosas inútiles de Nuccio Ordine o La facultad de las cosas inútiles de Yury Dombrovsky.

Fecha de publicación:
11 de Marzo de 2017
Imagen
Rufino Marcos

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