¿Y ahora qué? (II)

Ejemplos.... ¿Alguna vez has soñado que podrías crear una exposición en un museo? ¿alguna vez has deseado una oportunidad para probar una idea loca? ¿alguna vez has querido trabajar con un equipo de diversos profesionales de la creatividad para que la “magia” suceda en plazo corto de tiempo? Con estas preguntas, nacía en julio de 2013,  Hack the Museum Camp , una acción impulsada por el Santa Cruz Museum of Art & History. La institución proponía a los miembros de su comunidad la necesidad de compartir habilidades, diseñar y desarrollar una acción creativa con el objetivo de ampliar conocimientos entorno a una exposición que ellos mismos producirían. En su trasfondo, la acción vislumbraba la necesidad de incorporar a los visitantes como elementos activos y fundamentales de la propia institución y en la relación de los individuos con otros agentes.

Desde  Museo Thyssen-Bornemisza también apostamos por nuevas formas de relación con los visitante, a través de diferentes propuestas didácticas. Buscamos convertir nuestras acciones en núcleos de intercambio, no solo con los públicos sino también con una larga lista de instituciones y otros agentes que colaboran como socios reales. Tales son los casos de  Musaraña. Proyecto para profesores innovadores , que busca nuevas vías de acercar el Museo a los centros educativos;  Nos+otras en red , programa de arte y género, que tiene sus raíces en la colaboración con diferentes colectivos de mujeres o el  Proyecto Nubla Art Game que incorpora a jóvenes, de inquietudes y procedencias diversas, al mundo del arte para crear nuevas narrativas mediante el lenguaje de los videojuegos.

La experiencia en el museo se produce en el momento único y efímero cuando ambas realidades se convierten en una misma: los visitantes son el museo y el museo es el visitante. (John H. Falk, Identity and the museum visitor experience , 2009)

¿Y AHORA QUÉ? La necesidad de ahondar en el conocimiento de las diferentes tipologías de visitantes que acuden a museos y centros de arte -denominados bajo diferentes acepciones: usuarios, clientes o protagonistas de la propia obra de arte, según la teoría de arte relacional concebida por el crítico Nicolás Bourriaud- continúa siendo fundamental para la labor de los profesionales de la educación en contextos no formales. Para afrontar esta ardua tarea, se deben analizar en profundidad diferentes tendencias que caracterizan a los individuos de hoy en día: el rápido cambio de mentalidades, la fragmentación del tiempo de no trabajo/ocio, el hedonismo, la hipertextualidad, el liderazgo femenino, la masificación del proceso productivo, la movilidad geográfica, el nomadismo digital, el predominio de lo individual frente a la idea de lo colectivo, la consideración del rol de prestigio o la alta temporalidad/rapidez de nuestro tiempo. El resultado del análisis permitirá acercarnos a los públicos en función de distintas variables, acreditar en qué medida son distintivos, cuáles son los rasgos que difieren a los visitantes de museos de los que no lo son y cómo los cambios sociales han trastocado las posibilidades y las formas de ser ciudadano en las instituciones culturales. Así mismo, la aceptación, cada vez mayor, de la necesidad de conocimiento y adaptación a los visitantes, implica un cambio de rumbo en la forma en la que los museos arbitran la concepción de su funciones, la integración de los visitantes en la búsqueda de sus propias expectativas y en la legitimación de la construcción cultural del patrimonio -los sociólogos Peter Berger y Thomas Luckmann han denominado este proceso: universos simbólicos legitimados-.

Y pensando a futuro... ¿CUÁL SERÁ EL SIGUIENTE PASO PARA LOS MUSEOS Y CENTROS DE ARTE?