Resulta alentador ver como personas que carecen de motivadores para salir de su vivienda, vencen sus barreras ante iniciativas como las del EducaThyssen.

Durante el tiempo de confinamiento, a muchas personas se les ha repetido el mismo paisaje ante sus ojos: el domicilio en el que viven, la calle o el patio que se permite otear desde la ventana, y algunos días los pasillos de su supermercado más cercano. En la mayoría de los casos, el cuerpo ha pasado tiempo dentro de casa, pero la mente ha podido viajar más lejos gracias al arte y a su apertura hacia nuevas miradas. Mientras duró esa etapa, la experiencia con los grupos online del Thyssen generó un espacio más en el que convivir; compartiendo nuevas narrativas y construyendo una nueva red de vínculos que permitió traspasar las paredes. El arte puede suponer la desescalada del aislamiento para muchas personas, materializándose en algo más que un encuentro virtual: en un deseo de continuar abriendo su mirada en compañía de otros.

Resulta alentador ver como personas que carecen de motivadores para salir de su vivienda, vencen sus barreras ante iniciativas como las del EducaThyssen. Y pienso en un caso en concreto, en una persona usuaria para la que salir de su domicilio suponía una amenaza mucho antes de que apareciera el coronavirus, siendo poco permeable a propuestas que implicasen ocupar tiempo fuera de su casa. Desde el primer día se mostró abierta a participar en el grupo online, pero la sorpresa surgió a los pocos días cuando manifestó interés en poder involucrarse en las visitas presenciales cuando se pudieran retomar. En un inicio se mantuvo en un rol atento de escucha, ampliando contenido en sus ratos libres, para poco a poco dar los primeros pasos hacia una participación más activa al mandar una dedicatoria. Y pienso también en otra persona usuaria, impermeable a gran parte de las intervenciones, pero que también ha accedido a involucrarse en el formato online, lo cual supone una primera victoria contra su aislamiento. Existe algo en el arte que le vincula, pues pese a no ser activo en el grupo no desea dejar de formar parte de él. Podría hablar del arte como un instrumento para allanar el camino, o como vehículo para conectar con los otros; pero en todo caso ha supuesto un combustible para la movilización de personas hacia un estado de mayor bienestar.

Fecha de publicación:
7 de Septiembre de 2020
Imagen
Paula López Gutiérrez
Información sobre el autor:

Psicóloga en EASC Latina (Grupo 5)

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