Hace unas semanas cerramos el curso de actividades en Musaraña con LED 2017, nuestro espacio para crear, pensar y repensar el museo desde las escuelas.

Para el desarrollo del laboratorio contamos con el colectivo Basurama, con Mónica y Rubén y con 11 profesores participantes en el proyecto Big Valise.  La idea inicial del laboratorio era recoger el trabajo realizado durante el curso con Big Valise, nuestra maleta viajera que ha recorrido lugares de toda España y que ha recogido los territorios de cientos de alumnos y alumnas, para repensar entre todas y todos una sala del museo. Concretamente la sala 44 del museo donde están expuestas las obras que han inspirado el proyecto, Burbuja de jabón azul de Joseph Cornell y Merblid Kidjduin de Kurt Schwitters. 
  
Para afrontar este reto contamos con Mónica y Rubén del colectivo Basurama que desde el primer momento mostraron interés y entusiasmo por el proyecto. Somos conscientes de que asumían un difícil reto, incorporarse al proyecto ya casi en la fase final, comprenderlo, quererlo, conocer a sus protagonistas y generar entre todos un artefacto/intervención que hablase de Big Valise.

La semana se planteó con una primera fase conocimiento mutuo a partir de las basuras generadas en nuestro proceso de trabajo con Big Valise y de la narración por parte de los participantes, de las historias que se habían formado con la maleta en sus centros y territorios. Fue un momento muy emocionante y enriquecedor que nos dio energía e ideas para afrontar nuestro trabajo de trasformación del espacio del museo. 

La siguiente fase fue el familiarizarnos con el espacio a intervenir, la sala 44, y discutir entre todos que lugar debía ocupar la maleta y que es lo que queremos comunicar en nuestra intervención. Fue un primer diálogo lleno de ideas, discusiones y planteamientos diversos: ¿Cómo llevar al espacio del museo Big Valise? ¿Qué contar sobre el proyecto? ¿Qué es lo realmente importante? ¿Cómo lo contamos? ¿Qué soportes usar para la intervención? ¿De qué forma dialoga esto con la sala y el resto de las obras? ¿Qué lugar damos a la maleta en la sala? ¿Dónde quedan los verdaderos protagonistas de la maleta, los alumnos? 

Nos surgieron muchas preguntas que comenzamos a afrontar desde la práctica, experimentando con técnicas y la basura recopilada durante el proceso y así fueron surgiendo los formatos que más se acercaban a lo que nos interesaba contar de Big Valise. Conceptos como proceso, idea, descubrimiento, investigación, horizonte, búsqueda, encuentro, sonrisas, risas, regalo, emoción, museo, viaje, observadores, contar, expresar, creación, asamblea, grupo, escuela, decisión, pertenencia, diversidad, diálogo, interculturalidad, raíces, identidad, materia, vida, laboratorio, dadá, objeto, “cosas importantes” o “lo que no es de nadie”, entre otras, son ideas que emergieron durante las jornadas de trabajo.
 
La resolución de todo esto ha sido la elaboración de dos telas grandes en las que hemos querido recoger los  procesos de Big Valise. En una de las telas recogemos la huella de los objetos sobrantes que nos han acompañado en el proceso, y la otra es un gran muro de papeles pegados, fotos, apuntes, fotocopias, correos electrónicos, notas de los alumnos, etc. que ya son basura y que son testigos de la construcción y el desarrollo de la maleta.  Nuestro deseo ha sido poner en valor precisamente esto, los restos, los residuos de aquellos objetos no elegidos, no incluidos en las cajas finales que son testigo esencial del proceso creativo y educativo. Recordamos en este momento las palabras del propio Joseph Cornell, quien dudaba sobre qué debía exponer al finalizar sus cajas si el dossier donde había recogido todo el proceso de trabajo o la obra final.

Nos encantaría que los que habéis asistido a LED dejaseis vuestras impresiones o comentarios.

Fecha de publicación:
3 de Agosto de 2017
Imagen
Eva García

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