¿Por qué desarrollar un encuentro para educadoras/es de museos partiendo de la emergencia social en la que vivimos? Te lo contamos en el siguiente post!

El Encuentro Internacional Los Museos en la Educación (antes Congreso)es el IV que organiza el equipo educativo del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Si hacemos un repaso de las temáticas y los cambios de enfoques y formatos que hemos incorporado a lo largo de estos años, se puede apreciar no solamente las mutaciones y las tensiones que como equipo hemos vivido, sino también los que hemos sufrido todos los que pertenecemos a ese gran y heterogéneo colectivo de los que nos dedicamos a la educación en torno a las artes. Pero, sobre todo, evidencian las preguntas e inquietudes que nos han producido la incorporación de nuevas sensibilidades y los requerimientos que han surgido en el seno de nuestros públicos, de la sociedad que nos sostiene.

La primera ediciónde estos encuentros se produjo en 2008, año que marca el momento álgido de la crisis económica de principios del siglo, cuando sólo alcanzamos a entender algunos signos que nos indicaban que nos encontrábamos ante algo más que una nueva crisis económica similar a las que habíamos vivido en décadas anteriores y no una coyuntura mucho más compleja, en el que lo económico no es más que uno -y quizás el que menos- entre otros muchos damnificados. Un contexto complejo en el que la sustracción de recursos por parte del sistema a lo público, y muy particularmente a la cultura y la educación, una conciencia mucho más clara de la emergencia climática a la que el planeta está sometido, derivadas como un aumento de la pobreza y un incremento de los movimientos migratorios, los intentos de uniformidad cultural que ha traído la globalización o las involuciones ideológicas que vemos surgir cada día; nos han hecho preguntarnos por lo que hacemos o podemos hacer desde la cultura y su función educativa para poder afrontar la complejidad de estos tiempos.

Inmersos como estamos en un cambio de paradigma que reniega del potencial transformador de lo educativo, de los individuos, pero también del conjunto de la sociedad y de las instituciones que forman parte de ella, la acción educativa en torno al arte se reivindica como un germen creador de espacios de resistencia. Resistencia frente a los problemas de  una sociedad en Emergencia y también de resistencia ante los relatos como manera de imponer ideas y crear verdades absolutas. Una resistencia de la narración frente a los grandes relatos, de las pequeñas historias de cada uno para dejar asomar nuevos significados e identidades a través de procesos de negociación constante.

Una resistencia frente al inmovilismo que busca un cambio real  y que demanda que sus agentes transiten por un proceso que a ciencia cierta será largo ya que implica una reeducación de la sociedad y sus instituciones y, como todo proceso educativo, está sometido a temporalidades de dimensiones no históricas, sino geológicas. Un cambio que vaya consolidando imaginarios para no caer en el simulacro, para no transformar lo que puede ser una revolución que ponga la vida en el centro del arte y de sus instituciones en una mera fiesta campestre.
 

Fecha de publicación:
10 de Febrero de 2020
Imagen
Rufino Marcos

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